TRAGEDY GIRLS
No se si es casualidad, pero ya resulta sospechoso y un tanto repetitivo, que ésta sea la tercera película del mes pasado (The Babysitter, Happy Death Day), protagonizada por mujeres atípicas como Scream Queens o Final Girls. No obstante, era una de las películas que más ganas tenía de ver, tras las buenas críticas recibidas en el festival de Sitges.
La historia arranca con Sadie y McKayla, dos adolescentes tan obsesionadas con la redes sociales y conseguir seguidores, que han decidido secuestrar a un conocido asesino en serie para que las instruya en el arte de matar y así conquistar la red. Pero, como no podía de otra manera, el plan se tuerce y nuestras protagonistas tendrán que modificar su plan, pero no por ello escatimar en sangre y víctimas.
La comedía de terror ideada por Tyler MacIntyre, pretende darle una nueva vuelta de turca al slasher, tranformando a las víctimas habituales de este tipo de películas, en las asesinas encargadas de emprender la matanza adolescente. Es interensante y al mismo tiempo aterrador, ver cómo estas dos jovenes matan con el único afan de conseguir seguidores para su blog "Tragedy Girls", en el que se dedican a informar sobre los asesinatos que tienen lugar en el pueblo, pero claro, con información más que privilegiada. La película esta plaga de hastags, likes y de referencias a las redes sociales por las que navegan los jovenes de hoy en día y, lejos de ser molesto, complementa bastante bien la estética desenfadada y cómica de la cinta.
Además de un guión interesante, el exito de Tragedy Girls se sustenta en la química de sus dos protagoniastas, interpretadas por las prácticamente desconocidas, Brianna Hildebrand y Alexandra Shipp. Representan a la perfeccion la delicadeza de unas adolescentes bien vistas y valoradas por sus familiares y amigos y ese punto de locura asesina que a veces sale a la luz. También son muy interentes los cameos de Josh Hutcherson, cuyo papel es deternillante y el de Kevin Durand, que aquí interpreta a un asesino con algún que otro problema de dicción.
En una sociedad como en la que vivimos, tan preocupada por la popularidad a cualquier costa, no es muy descabellado pensar que algo así pudiese llegar a producirse, pero lejos de ser alarmante, Tragedy Girls, se centra en el humor y en la diversión. Alguno de los asesinatos, en los que se derrocha sangre a raudales, me recordó en cierto modo, a la escena de la trituradora de madera de Tucker and Dale vs Evil (2010), interesante, ¿verdad?. Pues toda la película esta plaga de momentos cómicos y situaciones absurdas de lo más divertidas y, aunque no es una película perfecta, es una propuesta refrescante, dónde el binomio entre el humor y la comedia funciona a la perfección.
HOSTILE
Lo cierto es que me enfrenté a esta película con las expectativas por los suelos, después de haber leído alguna que otra opinión que la catalogaba como un tostón supremo. En algún momento, hasta se me pasó por la cabeza, cambiar la entrada por la película de la otra sala, dónde iban a proyectar Maniac (1981), como homenaje a una de las musas del festival, Caroline Munro. Pero, teniendo en cuenta que precisamente había elegido Hostile, huyendo de este clásico que, en su momento, no me funcionó para nada, pensé que era mejor lo malo por conocer, que lo malo conocido, jejeje.
Esta pequeña película francesa, respaldada por Xavier Gens, director de una cinta mítica de la corriente del Cine Extremo francés, Frontière(s) (2007), que aquí parece un Eli Roth de tierras galas, bajo ese anuncio de "Xavier Gens Presents", esta dirigida por Mathieu Turi. Hostile es su ópera prima como director, aunque cuenta con una sólida carrera a sus espaldas como asiente de dirección, en títulos de bastante envergadura como Inglorious Bastards (2009) o Sherlock Holmes: A Game of Shadows (2011).
El argumento de Hostile es bastante simple. Nos situamos en un futuro post-apocalíptico al más puro estilo Mad Max, en el que Juliet, nuestra protagonista, sufre una accidente y queda atrapada en su coche, en medio del desierto. La joven tendrá que sobrevivir a las extrañas criaturas que acechan de noche mientras, mediante flaskbacks, recuerda su complicada historia de amor.
Lo que son las expectativas, ¿verdad? No esperaba nada de esta película, más que una siesta en la butaca (la proyectaban a las 17.15) y me encontré con un debut bastante correcto e interesante. Es posible que el público de Sitges, dónde se había proyectado previamente, se sintiese decepcionado, al no encontrar ninguna película de terror, si no un dramón romántico post-apocalíctico con tintes fantásticos, pero la verdad es que a mí, sin resultarme ninguna maravilla, me funcionó.
La protagonista, interpretada por Brittany Ashworth a la que podemos ver en la recientemente estrenada The Crucifixion (2017), del omnipresente Xavier Gens, no es un personaje simpático, ni que nos caiga bien, pero tampoco queremos que muera atacada por extrañas criaturas. Al mismo tiempo, queremos saber más de su poco idílica historia de amor, que aunque tiene el estilo de un Pretty Woman de sobremesa, es lo que la hace seguir luchando por su vida.
Aunque ya os he comentado que Hostile es una película correcta, sí que me parece que abusa demasiado de los flasbacks, que acaparan la mayor parte del argumento. Lo verdaderamente interesante es la trama de Juliet, atrapada en un coche volcado, con escasa munición y víveres, haciendo frente, como puede, a unos monstruos que quieren cenársela esa noche. En las escenas de acción, en las que se producen los ataques de los monstruos, la tensión está muy bien dirigida y sin duda, constituyen el principal atractivo de la cinta.
Puede entender que Hostile no sea una cinta que vaya a gustar a todo el mundo, principalmente por su vertiente edulcorada y un final más que previsible. Sin embargo, si nos la tomamos como lo que es, un drama romántico, en un entorno desolador y diferente, creo que funciona bastante bien. No olvidemos que estamos hablando del debut de su director, que aquí también firma el guión, por lo que tendríamos que ser algo más benevolentes y esperar a ver qué derroteros toma la carrera del joven cineasta galo.
LES AFFAMÉS
¿Qué deciros de la película canadiense del festival que fue presentada a través de un simpático vídeo de su guionista y director, Robin Aubert, junto a su hija? Pues que a mí me encanta el cine zombi, pero el de acción, el de esos zombis que corren a los Usain Bolt, que atacan en hordas de millones de no-muertos y que son más difíciles de matar que el propio Steven Seagal. Esto no quiere decir que no sea amante del cine zombi haitiano o del gran George A. Romero, sino que no puedo con esa vertiente moderna de transformar el cine zombi en dramas humanos lentos, tediosos y aburridos, como me pasó con la francesa Mutants (2009) o la española The Returned (2013). Pues bien Les Affamés es de ese estilo y por lo tanto, no es fruto de mi devoción.
En Les Affamés, el virus zombi se ha extendido por el mundo y en un pequeño pueblo de Quebec, un puñado de supervivientes intenta sobrevivir a pesar de falta de esperanza y vivieres.
Como antes os comentaba, la cinta se posiciona en el drama de estas personas que se ven obligadas a unirse para sobrevivir, a pesar de que tienen caracteres e intereses muy diferentes. A diferencia de las películas o series norteamericanas de zombis, aquí no tienen grandes planes, ni ningún héroe que se haga cargo de la situación, sino que enfocan esta terrible situación desde un plano más realista y mundano. Los zombis de vez en cuando atacan, salpicando de bajas a nuestro, ya de por sí, reducido grupo de personajes y otras veces se dedican a apilar sillas o juguetes en extraños montones que observan petrificados. ¿El motivo de todo esto? Lo siento, pero no lo pillé, así que si alguien puede echar luz sobre este síndrome de diógenes al estilo zombi, se lo agradecería enormemente.
Lo que destacaría en Les Affamés es su cuidada fotografía y cinematografía, que denotan la gran maestría y el saber hacer de su director. Pero en definitiva, el guión no me funcionó. Los personajes están escasamente definidos por lo que no empatizas con ninguno de ellos y no sientes, en absoluto, sus muertes, y esto termina provocando que la historia se me hiciera tediosa y carente de interés. He leído muy buenas críticas sobre Les Affamés e incluso se ha convertido en una de las sensaciones del año en lo que a cine fantástico se refiere, pero en mi humilde opinión, es un guión fallido con un envoltorio precioso y profesional.
REVENGE
La estrella de Nocturna, una de las películas más alabadas de Sitges, premiada con la mejor dirección, un rape & vengeance, ¿qué más se podía pedir? Pues que me hubiese impactado tanto como el remake de I spit on your grave (2010) o Savaged (2013) y no fue el caso.
Revenge sigue el esquema habitual de este tipo de cintas, en el que tres hombres casados y adinerados, se reúnen para cazar, como todos los años, en una casoplón en medio de la nada, pero esta vez, uno de ellos trae a su amante, provocando el interés y el deseo de sus amigos. Tras la "obligada" violación, la chica es dada por muerta, pero ésta se recupera milagrosamente y emprende una sangrienta venganza contra sus atacantes.
Coralie Fargeat, responsable del guión y la dirección, nos presenta un rape & vengeance concebido para el disfrute de una audiencia, ávida de ver a una preciosa joven, acabar con una panda de indeseables. El problema que yo le encuentro a la cinta y el motivo por el cuál no ha pasado a ocupar los primeros puestos de mis rape & vengeance favoritos, es que hay que hacerle demasiadas concesiones para que la situación resulte creíble. Con esto, no me estoy refiriendo a que una chica menudita y un tanto ingenua, se convierta en una Lara Croft de la vida y arrase con sus técnicas de supervivencia y aniquilamiento, como es habitual es las cintas de este género. Me refiero a que hay una serie de elementos, un tanto fantásticos que, al no encontrarnos en una cinta de ciencia ficción como lo era Savaged, resultan un tanto increíbles e hilarantes: la escena de la rama en llamas, la cauterización de sus heridas o los litros de sangre que pierde la chica y ella tan feliz.
Revenge cuenta con una protagonista carismática y dura, interpretada a la perfección por Matilda Lutz, el desalmado que comete la violación, el que la permite y el grandísimo hijo de p.... que intenta solucionar la situación, eliminado el problema. Un reparto bastante reducido pero que en ningún momento, resulta insuficiente para el devenir de la historia.
Una venganza sangrienta y salvaje siempre es disfrutable y en esta cinta no soy capaz de calcular los litros y litros de fluido rojo que pudieron utilizar. Sobre todo en esa alargada escena final que se convierte en un interminable pilla pilla por una casa inundada de sangre, que en la audiencia no produjo otra cosa que multitud de carcajadas.
Resumiendo, Revenge es un rape & vengeance que bien merece un visionado por su buen manejo de la tensión, por su maravillosa protagonista, los asesinatos, la sangre y, en definitiva, por esas situaciones absurdas que la acaban convirtiendo en una propuesta tremendamente divertida y disfrutable. No será la mejor de su género, pero si una cinta entretenida para pasar un buen rato y no tomarse demasiado en serio.